Otro punto de vista

La mujer: dos veces víctima

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Los fundamentalistas tratan de imponer el islamismo más estricto en países como Egipto. Por lo tanto, expresar públicamente y de forma plenamente libre el cristianismo se convierte en un auténtico peligro [1]. Mediante diversas trampas [2] pueden llevarlas a temer por su propia vida y por la de sus compañeros y amigos cristianos [3]. Toda esta situación las puede obligar a salir de sus países de origen, teniendo que refugiarse en el exterior bajo nombres falsos [4]. Sus parientes nunca dejan de presionarlas para que vuelvan a abrazar la fe musulmana, pues una cristiana no era sino una mancha en el honor de la familia [5].

En lugares como Pakistán las niñas son secuestradas todos los días, sin importa si son musulmanas o no. Las no musulmanas son consideradas como ciudadanos de segunda clase, por lo que muchos hombres creen que si raptan cristianas y las obligan a ser sus esposas no van a sufrir ninguna consecuencia. Tal fue el caso de una joven de catorce años que fue secuestrada mientras iba a la escuela con su hermano mayor. Fue violada y obligada a convertirse al Islam, así como a casarse con uno de sus secuestradores [6].

Cualquier mujer que mantenga una relación sentimental o de amistad con un no-musulmán o que abandone el Islam para abrazar la fe cristiana será repudiada por su familia, y muchas veces asesinada. En el norte de Italia, un ayudante de cocina musulmán interceptó el coche en el que viajaba su hija en compañía de su novio (un joven italiano), con el fin de llevar a cabo la amenaza que tiempo atrás había proferido contra el joven. Éste sólo resultó herido pero la joven, que trató de huir, fue degollada por su padre [7]. Por su parte, una joven saudí fue quemada viva por su padre tras una acalorada discusión. Todo empezó cuando su hermano, a través de unos mensajes de Internet, descubrió que había abandonado el Islam. Utilizando el mismo medio comenzó a hacerlo público, despejando las dudas que sobre el tema ya se habían despertado en los padres de la joven tras observar la postura sospechosa de ésta en varios debates sobre religión [8].

Una mujer en ningún caso puede casarse con un no-musulmán. En cambio, la tradición de algunos países islámicos no pone ninguna objeción en el caso contrario [9]. Por ello, si una mujer, pese a la negativa de familiares y amigos, decide casarse con un no-musulmán, estará aceptando el riesgo que eso supone, pues las denuncias contra su marido recaerán también sobre su persona. Esto fue lo que les ocurrió a un matrimonio egipcio. Amenazados por sus propios familiares tuvieron que huir del país. Finalmente, siguiendo un edicto musulmán (fatwa) editado en 1987 y que sigue vigente en la actualidad, han sido condenados a pena de muerte. Su hija de unos pocos meses, correrá la misma suerte si al cumplir los diez años de edad no ha abrazado el Islam [10].

[1] Anneke Companjen – Dolor oculto, gozo permanente. pp 153

[2] Anneke Companjen – Dolor oculto, gozo permanente. pp 154

[3] Anneke Companjen – Dolor oculto, gozo permanente. pp 155

[4] Anneke Companjen – Dolor oculto, gozo permanente. pp 156

[5] Anneke Companjen – Dolor oculto, gozo permanente. pp 158

[6] Boletín nº 63 (noviembre de 2009) – Puertas Abiertas España

[7] Le Figaro (16.09.2009) - Il tue sa fille à cause de son petit ami

[8] Gulf News (12.08.2008) - Saudi man kills daughter for converting to Christianity

[9] Anneke Companjen – Dolor oculto, gozo permanente. pp 107-108

[10] CBN News (22.03.2010) - Pena de muerte por convertirse al cristianismo